Roma **

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Autor: Paco Mir.

Intérpretes: Imma Ochoa, Paola Matienzo,

Javier Cifrián, Sebastián Haro,

Dirección: Paola Matienzo.

Teatro: Azarte. (10.3.2012)

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Un parchís con habitación en Roma

Fotografía del cartel

Sabemos –nos lo han dicho-que Paco Mir tenía por un cajón la obra Roma, escrita hace muchos años. La mayor parte de la obra toca procedimientos y argumentos  algo también alejados e ingenuos. Esas dos parejas, jóvenes y cuarentones, llegan a aquella turística y eterna ciudad  de Roma. Interpretan Inma Ochoa y Javier Cifrián a un matrimonio que ha deseado regresar al mismo lugar –y hotel- donde pasaron el viaje de novios; será la renovación del cariño. Algo les costará, con una mujer sin demasiado interés. Lo que desea la joven pareja es muy diferente: él quiere fomentar o recuperar su potencia – lo hace Sebastián Haro- con la  joven y atractiva  Paola Matienza,  y aspira a llevársela a la cama; y ella, lo que desea es llegar al matrimonio.

    A pesar de que el interés cómico no tiene gran valor, se mantiene la función a base de continuos gags, algo que conoce Paco Mir, miembro de El Tricicle. Sí hay un juego más original: ambas parejas se alojan en una misma habitación. Como en un vodevil, con entradas y salidas, al baño mientras otros llegan, o  mutis a la vez que salen por la otra puerta. Como en un parchís en el que, cada uno por sus casillas, llegarán por fin, todos juntos, al centro del tablero. Y las cuatro fichas se entremezclan en las conversaciones, con dichos y respuestas de los distintos personajes,  ignorando que allí hablan unos con otros. Dura esa escena un cuarto de hora, y es lo que sorprende e incluso asombra. Este final, siempre positivo, lo ha logrado la directora, Ochoa, con mucha habilidad.

    El estreno de esta obra se celebró en un sábado y a las diez y media de la noche. Buenos momentos para divertirse en la misma  zona del madrileño barrio de Chueca. Con él se inaugura una de las salas de teatro, AZarte, cuya dirección parece elegir el teatro ligero. Le deseamos suerte en su camino.

Enrique Centeno