sábado, 14 de febrero de 2009

Desdémona ●

Tres personajes llamados Desdémona –la mujer víctima, que aquí no es asesinada-, Otelo –un moro que luego se va a la guerra de África-, y Yago -traidor-, nombres que se refieren a la tragedia Otelo, el moro de Venecia de Shakespeare, que inspira al autor Alberto Conejero. En ella, el gran celoso es un árabe enamorado, tanto de Desdémona como de su ejército, al que decide unirse en la guerra, y a quien la mujer cristiana le sigue a una cierta guerra de África, en el desierto. Va por las tablas y escalones, que lo mismo significan un terreno español o las arenas de una batalla. Hablan también por aquí, Caso y el traidor Yago.
El texto se lo han aprendido los intérpretes, es decir, que tienen mérito, y que ella –Patricia Martínez- incluso consigue un personaje, cuando frena sus correteos por el suelo, las tarimas y los escalones. En los textos notamos enseguida que no nos importan absolutamente y, menos aún, sus largos párrafos, su búsqueda de la lengua culta, reflexiva, poética y exhibicionista. Metáforas, sinónimos o polisemias: una frase tras otra, parlamentos barrocos. El director puede hacer poca cosa.
E.C.
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Autor: Albero Conejero.
Intérpretes: Patricia Martínez, Nacho Fernández, Adán Galguera.
Escenografía: Carlos Lorenzo
Dirección: Sandro Cordero.
Teatro: Círculo de bellas Artes (10.2.2009)
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