domingo, 26 de julio de 2009

Macbeth Lady Macbeth ***

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Autor: William Shakespeare.
Versión: C. Alfaro.
Intérprete: Francesc Orella, Adriana Ozores, Víctor Valverde,
Vicenta Ndongo, Carlos Heredia, Andrés Heredia, Jorge Suquet
David de Gea, Iván Gisbert.
Vestuario: María Araujo.
Dirección, escenografía e iluminación: Carles Alfaro.
Teatro: El Matadero, del Teatro Españo. (5.6.2008
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Hacía tiempo que no habíamos visto a Shakespeare: lo que sí contemplábamos, continuamente, eran imitaciones, resúmenes, atrevimientos de humildes equipos, o pobres presuntuosos, falsos talentos que destrozan al vate inglés. Esta vez sí nos encontraremos ante una de las grandes tragedias, Macbeth, sobre la envidia, la corrupción y los crímenes políticos.
Al comenzar el espectáculo se entremezcla el realismo con la fantasía. Quizá, esto último es lo que más asombra en esta historia de corrupción y traición de los poderes. Un campo frente al bosque Warman, oculto en una selva de misterio, y un pantano del que exhala nieblas humosas entre negras luces, en los que los personajes van acercándonos a Cawdor tras el triunfo de la guerra. Avanzan entre las aguas, van apareciendo misteriosos personajes, el rey Duncam con su hijo, los generales –el fiel Banco- y el esperado Macbeth: se han escuchado antes, en off, los verdaderos fantasmas de las Brujas, que previenen la tragedia. Sus botas, sus trajes de cuero, las cotas defensivas y los rostros cortados, forman el realismo medieval; apenas unas pistolas de hoy, en las cinturas, permiten que recordemos que Shakespeare es siempre intemporal en nuestra ucronía.
Se van aproximando al castillo –el espacio escénico de El Matadero de Las Naves, del Teatro Español es inmenso- donde la ambición y las traiciones se desarrollarán en la torre. Las aguas del río –se utiliza en el montaje- se enrojecerán con las manos de la provocadora Lady que empujó a Macbeth hacia el asesinato, y “podridos quedan al aire” sosteniendo los puñales y las manos de sangre manchadas. La pareja Macbeth -el título lo ha cambiado su director en el palíndromo Macbeth Lady Macbeth- hace una escena impresionantemente interpretada por Adriana Ozores y Francesc Orella, fuertes, vivos y muertos sin alcanzar el deseado sueño. No hay freno alguno en la tragedia de Shakespeare, y así se representa sensacionalmente.
Siempre estamos esperando que llegue a nuestros teatros el director valenciano Carles Alfaro, que se ocupa también de la versión, la escenografía y la iluminación. Todo formidable. Le vimos por primera vez hace casi quince años, y desde entonces más de diez veces con Ionesco, Pinter, Büchner o Javier Tomeo, con él mismo y otros españoles. Se cuida también de la dirección de actores, que escoge muy bien y a quien hace sentir seguros. Este Macbeth es un gran actor, Frances Orella, al que hemos visto ya en otro Shakespeare, La tempestad, o con Beckett. En ambos casos con la dirección nada menos que de Lluís Pasqual, así como en Tennessee Williams con Mario Gas. Crece la tensión en la claridad de su transformación y con sus voces potentes. Tras unos años reaparece Adriana Ozores, cabeza de reparto con los clásicos que dirigió Marsillach en Lope, Calderón o Rojas. Ya era hora, tras el cine o la triste televisión de serie. Supongo que será más rentable. Asombró y se ganó su lugar entre las grandes actrices de nuestro tiempo. Podría ampliar la lista del reparto, pero es imprescindible informar de que todo él es de enorme calidad. Calientes las manos, no terminábamos de aplaudir y agradecer el singular espectáculo.
Enrique Centeno

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