domingo, 1 de mayo de 2011

Trampa para un hombre solo *

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Autor: Robert Thomas .
Versión de Juan José Arteche
Intérpretes: Agustín González, Andoni Ferreño, Sandra Toral,
Juan Jesús Valverde, Esperanza Elipe, Francisco Merino.
Iluminación: Emilio Rincón.
Escenografía y vestuario: José Luis Raymond.
Dirección: Ángel F. Montesinos).
Teatro: Muñoz Seca. (31.1.2002)
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Intrigas y tonterías

No sé si se debe que todos conocemos el desenlace de esta intriga, o por alguna razón. La verdad es que nos parece que a esta función le sobra casi la mitad de su duración. Aquella evasión, que determinaremos policíaco de misterio, empieza ya a quedarse obsoleto incluso para los espectadores que buscan el mero entretenimiento. No esté mal hecho este montaje, ni mucho menos; es que importa un rábano. Ajeno, viejo, sabido. Es, exactamente, el paradigma de la función que el teatro debería tener, aunque la cartelera madrileña parece haber renunciado, definitivamente, a cualquier cosa que no sea contemplar a nuestros artistas con sus exhibiciones. Se ignora todo cuanto ocurre a nuestro alrededor, se fantasea, se cuentan historias que no nos colocan, y cuya única diversión sea la alienación de los demás, los conflictos, los personajes y los paisajes que nada tengan que ver con nosotros. Están ayudando a fusilar nuestro teatro.
    Nada tiene que ver todo ello con el hecho de que el director y los intérpretes estén todos magníficos: quizá su desgracia sea no tener más remedio que ponerse al servicio de estas cosas tontas, cuando vemos en ellos, como de forma sesgada, mucho más talento del que les pide el espectáculo. Hablamos nada menos que de Agustín González, de Andoni Ferreño, de Sandra Toral, del genial Francisco Merino o de Esperanza Elipe, magnífica actriz. Condenados todos a hacer una tontería para conservadores. Qué pena.
Enrique Centeno

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