Autor: Fiodor Dostoievski.
Intérpretes: Raúl Chacón, Lorena Roncero.
Adaptación y Dirección: Jaroslaw Bieiski.
Teatro: Réplica. (4.3.2011)
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Es uno de los iniciales relatos que escribió Dostoievski, cuyo sentimentalismo la ha convertido en una de sus conocidas y sencillas obras. Ha sido a veces adaptada al teatro e incluso al cine (Visconti). En su preferido procedimiento, el autor utiliza la primera persona como narrador. En el escenario, será su personaje quien reflexiona y recuerda la historia de aquellas cuatro Noches blancas. Un monólogo interior que el actor, Raúl Chacón, -con el director, Jaroslaw Bielski-, transmite en tonos más meditativos: es lento, y el texto captura gracias al propio relato. Tal como en la novela, en su paseo por el parque descubrirá en un banco a la joven llorosa. Y aproximándose, comienzan sus diálogos. Ella vive en la tristeza por haberse alejado su prometido, e irá acercándose su amistad. Confiesa este idealista muchacho su soledad y el completo desconocimiento de las mujeres. Ella le explica que quedó huérfana, ya muy niña, y que vive desde entonces con su abuela, ciega, y con la madura matrona, sorda. Este melodrama –tenía Dostoievski 27 años- produce al público un cierto humor no deseado. La actriz, Lorena Roncero, da al personaje un carácter de inocencia e ingenuidad, a veces llegando a parecer una jovencita ignorante; tanto, que en los diálogos poéticos aparecen los encuentros de dos personajes imposibles de emocionar; quizá únicamente en la última escena con la huída de la chica hacia el antiguo amor. El montaje no ha querido presentar ese doble sentido entre la realidad y el sentido humano que llegó a convertir a Dostoiovski en uno de los grandes maestros de la novela rusa.
Enrique Centeno
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