domingo, 1 de mayo de 2011

La misma historia **

______________________________________
Autor: Pedro Manuel Villora.
Intérpretes: Vicente Camacho, Alberto de Miguel,
Sara Illán, Amparo Pamplona.
Música: Miguel Tubía.
Escenografía: Gerardo Trotti.
Dirección: Juanjo Granda.
Teatro: Pavón. (26. 4.2002)
______________________________________


Al parecer, esta obra la escribió su autor cuando tenía tan solo 21 años. Y, como suele ocurrir, está plagada de mimetismos, de influencias, de imitaciones. Lo cual no se indica con ánimo peyorativo, ni mucho menos. Que anden por ahí Edipo, Fedra, o Yerma, no es signo sino de haber deglutido nuestra propia cultura. Sucede también en la forma de La misma historia, que bebe, aunque inocentemente, del teatro de Unamuno, de Artaud, de Brecht, aunque Víllora no sea necesariamente consciente de ello.
    El incesto, el estupro, el odio y el amor en relaciones cruzadas en el seno de una familia. Joder, qué potencia de argumento, qué valor para un muchacho. El resultado es desigual, sobre todo porque él mismo insiste demasiado, como un veintiañero al que hay que repetir las cosas mil veces, y entonces él piensa que también debe repetir esa técnica.
    Lo que queda tras estas pasiones y narraciones, tras esta historia turbulenta de la familia ideada o calcada de otros mitos, será distinto para cada espectador. Personalmente, no importó mucho a este crítico, pero eso no quiere decir nada. Lo que me gustó de verdad fue la gloriosa escenografía, la magnífica iluminación, la lección escolástica –de escuela, queremos decir- de Juanjo Granda, que lo dirige todo de modo cartesianamente formal sin un pellizco de error. Hay demasiada ilustración tanguista, demasiada coreografía –no muy brillante, todo hay que decirlo- como si no se creyera que el texto es suficiente por sí mismo. Y algunos intérpretes, sobre todo Amparo Pamplona, aunque les hayan mutilado, incomprensiblemente, sus dotes fónicas haciéndoles llevar esos odiosos micrófonos admitibles en las exhibiciones musicales pero dudosos en una obra dramática.
Enrique Centeno

No hay comentarios: