Autores: Esquilo/Heiner Müller.
Traducción: Adan Kovacsics.
Dramaturgia de Pablo Ley y Carme Portaceli.
Intérpretes: David Bagés, Lluïsa Castell, Carme Elías,
Gabriela Flores, Pepa López, Albert Pérez.
Escenografía: Paco Azorín.
Vestuario: Antoni Belart.
Iluminación: Maria Domènech.
Música: Dani Nel.Io.
Dirección: Carme Portaceli.
Teatro: Valle-Inclán (CDN). (10.12.2010)
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Siempre le interesaron a Heiner Müller (1929-1995) las versiones o adaptaciones del teatro griego (Ayax, de Sófocles o Medea, de Eurípides), y ésta que ahora vemos corresponde a Prometeo encadenado -título completo, tradicionalmente atribuido a Esquilo-, en la que mantiene casi literalmente el texto original, con algunos ligeros cambios en la distribución de versos. Al mítico Prometeo, el autor germánico lo acerca durante complejas y sufridas rupturas a la RDA.
Se traslada aquí al desdichado encadenado que se transforma en una mujer -formidable interpretación de Carme Elias- y no será arrojado a una escarpada roca donde aquel águila le desgarraría sus hígados, cada día renacidos, sino encarcelado en una torre metálica. El dios Zeus surgió desde el caos (“Al confín de la tierra hemos llegado”), y se inicia así la historia con un primer poema trágico, riquísimo, que genialmente recita Gabriela Flores. Prometeo será el único hijo que quiso amar a los humanos entregándoles el tesoro del fuego. Müller lo llevará a las rejas, refiriéndose sin duda a la dictadura comunista antes de la caída del muro de Berlín.
Aquí tenemos otra vez la creación de Müller, a quien se le considera, y nunca lo entendere- mos, here- dero de su compatrio- ta Brecht. El apasio- nante tea- tro iniciado en nuestra cultura creó con sus poemas, o se contaron, los dramas de la mitologías. Espectáculos -deus ex maquina- que los poderes religiosos contemplaban desde arriba; del coro a los personajes o de la orquesta al foro, las luchas poéticas arrastraban a la multitud con escenas de escasos diálogos. Müller lo continúa, y ha sido también imitado por autores alejados de la actual literatura dramática. Estos procedimientos hacen que los personajes actúen en la vertical, frente al teatro de Brecht.
Hay una fuerte interpretación, exhibiciones escénicas, iluminaciones efectistas. Y lo va conduciendo la admirada directora Carme Portaceli, que aquí más bien se ocupa de la coreografía. Claro que no puede evitar que el público se canse.
Enrique Centeno
2 comentarios:
Muy bien esta crítica. Solo una observación: la actriz que dice el primer monólogo de Prometeo es Gabriela Flores.
Gracias por indicar mi error. Lo corrijo enseguida.
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