viernes, 23 de octubre de 2009

La tempestad *

__________________________

Autor: William Shakespeare
Versión libre.
Intérpretes: Javier Román, Celia Nadal,

Maya Reyes, Vicente Colomar, Pablo Huetos.
Escenografía: Juan Sanz y Miguel Ángel Cosso.
Vestuario: Carolina González.
Iluminación: José Luis Canales.
Música: Rodrigo Guerrero.
Dirección: Vanessa Martínez.
Teatro del Fondo
Teatro: Círculo de Bellas Artes. (21.10.2009)

____________________________________

En la función de La tempestad, de Shakespeare, al abrirse el telón nos aparece un perfecto decorado de tejados, con chimeneas y buhardilla. Sobre ellos, unos gatos –actores- comienzan sus textos, con gestos muy agradables, aunque sin relación alguna con la mar, el barco del naufragio ni la isla del destino que inventó Shakespeare. Creí que me había colado en una butaca ajena a las salas del Círculo de Bellas Artes, en cuya cartelera se anunciaba también La Gatomaquia, de Lope de Vega: en realidad no era un error, porque esta última se estrenaría una semana más tarde. Y, efectivamente, los intérpretes, cambiados de vestuario, representaban escenas del bardo, y en medio de la obra, el personaje Genio menciona, cara al público a Hamlet o a Romeo y Julieta. Vaya.
Reducido y arreglado –dura una hora y veinte minutos- pudimos escuchar muy bien la estupenda interpretación de Javier Román -el rey Próspero- y, en conjunto, todos lo hicieron correctamente. Destaca esta magnífica actriz Maya Reyes –aunque aún tiene camino pendiente- que hace un rico juego de movimientos y su traslado –como en el original-, a este Genio del Viento, del Mar o de los dioses. Por cierto, tanto el vestuario general, así como la construcción de las máscaras del personaje citado, es muy plástico. No hay muchas cosas más que decir. La obra tiene tantos cortes y tan pocos personajes –son cinco, en total- que la historia carece de sentido, de comprensión, y mucho menos de su fuerza dramática. Al final se recita que la obra termina. Se aplaudió con más intensidad a los dos músicos -no figuran en el programa de mano-, con violín y laúd, que tocaban suavemente la composición de Rodrigo Guerrero.
Esta versión adaptada, o reducción de dramaturgia –quizá hasta todo junto- lo han hecho Vanessa Martínez y Alberto Conejero. A la compañía Teatro del Fondo, la hemos conocido en dos ocasiones, dirigidas, como en la de hoy, por Martínez, que, sucesivamente, había ido ascendiendo en los montajes (v. en este blog), y que ahora ha creado un texto verdaderamente incorrecto, con un individualismo incapaz y caprichoso, y que, sin embargo, cuenta con un buen equipo de intérpretes –no idénticos en el reparto- a los que cuida muy bien. Vamos a verlo, dentro de unos días, en Lope de Vega después de Shakespeare.
Enrique Centeno

No hay comentarios: