martes, 13 de marzo de 2012

Traición **

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Autor: Harold Pinter.
Traducción: Rafael Spregelburg.
Intérpretes: Gema Matarranz, Constantino Renedo, 
Manuel Salas.
Escenografía: Álvaro Gómez Candela. 
Iluminación: Juan Felipe Tomatierra. 
Dirección: Marcelo Subiotto.
Teatro: Conde Duque. (2.3.2012)
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Tres fuertes mentiras

En el montaje de esta obra no sabremos decidir dónde está, exactamente, la Traición. Tras siete años como amantes, Nico se alejó de esa ciudad, y durante dos años nunca volvieron a verse. Comienza la función con su nuevo encuentro en el conservado apartamento, donde Emma podía esconder su adulterio; él, por su parte, cometía su engaño a su eterno amigo Roberto.
    Ese encuentro se convertirá en una permanente discusión, donde el hombre justifica su huida, ya cansado del engaño, y ella se lo reprochará, con mucha habilidad. El director, Marcelo Subiotto, ha impuesto un ritmo vertiginoso en los diálogos. No hay una pausa, una reflexión, una sorpresa ni un supuesto enfrentamiento, como si ya se lo supieran estos personajes. Ni los gestos, ni los contra argumentos o las discusiones; algo así como el aprendido texto de Pinter. Especialmente, el actor Constantino Renedo mantiene a Nico con la misma voz y escasa expresión física; Gema Matarranz le sigue con algunos cambios más, aunque muy pocos. El asunto, es que se les sitúa  enfrentados al público en lugar de un cara a cara. Se apoyan además sobre el sillón boca abajo. Quizá significa la terminación o el desastre del antiguo nido. Con toda la maldad, le declara ella, irónicamente y con mala leche, su confesión al marido.
    Ese aparentemente desdichado, Roberto, llega a la escena facilitando la riqueza de la obra: es el actor Manuel Sala, quien consigue detener el Fórmula 1 de los diálogos. Crea al personaje, da sensación de seguridad con sus miradas, sus cabeceos y sus ritmos de texto, y se agradece su conocimiento teatral.
Se dispone de ese mueble -un biombo- que puede cambiarse de posiciones y que hace pensar o insinúa distintos lugares. Todo eran mentiras. La traición. Pinter se inspiró en esta obra partiendo de su propia experiencia.
    Sin duda, no ha fracasado el director en su visión. (Traición  se montó también - muy diferente-, hace unos meses, en la sala pequeña del Español). Se ha abreviado el original y, junto al ritmo, el espectáculo tiene una duración de cincuenta y cinco minutos. Gustó al público.
Enrique Centeno

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