martes, 1 de febrero de 2011

Solas **

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Autor:  Benito Zambrano (Película)

Adaptación teatral: Antonio Onetti.
Intérpretes: Lola Herrera, Natalia Dicenta, Carlos Álvarez-Nóvoa,
Idilio Cardoso, Aníbal Soto, Eduardo Velasco, Chema del Barco,
Marga Martínez, Marina Hernández, Darío Galo.
Escenografía: Ricardo Sánchez.
Vestuario: Pedro Moreno.
 Dirección: José Carlos Plaza.
Teatro: Albéniz. (8.3.2006) (CAT).
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El Centro Andaluz de Teatro (CAT) estrena únicamente a autores andaluces, clásicos o actuales. Se apruebe o no, en esta ocasión no se monta directamente una obra teatral, sino una adaptación de la premiada película Solas, de Benito Zambrano. El guión, excelente, se escribiría, naturalmente, en columnas paralelas, enlazando los diálogos con las imágenes de planos, tomas de cámara, cortos o fundidos. El film -1999- le entusiasmó al director del CAT, considerando que el cineasta es andaluz y que la obra transcurre en la ciudad de Sevilla. Porqué no trasladarlo al escenario. Este aprovechamiento es poco frecuente –normalmente en montajes comerciales-, más bien ocurre en sentido contrario –del teatro al cine- o ambos géneros partiendo de las novelas. Son salidas que comúnmente conducen a la frustración e incluso al desastre de los originales. No es este el caso.
    Se ha encargado de esta adaptación el reconocido dramaturgo sevillano Antonio Onetti, y lo dirige José Carlos Plaza con su habitual sensibilidad, contando con un reparto excepcional. Todo ello es suficiente para conseguir una inteligente función. En este escenario no se muestra el entorno de los emocionados personajes de Solas. Sí le interesó muchísimo a Zambrano reflejar en su película un retrato andante por la ciudad. Aquí ha sido imposible imitarlo más allá de los diálogos. Onetti precisamente hace sus propias obras más cercanas a la sociedad, pero no despreciemos, de todos modos, el conmovedor drama sentimental.
    Con la estupenda escenografía de Ricardo Sánchez, a Plaza no le hace falta hacer milagros, y es que ahí está Lola Herrera, esa maestra de la comedia dramática a quien queremos siempre ver en las tablas. Con ella, otra excelente actriz, Natalia Dicenta. Los personajes son madre e hija, también en la vida real, lo que provoca aún más el interés teatral. Ambas ya se enfrentaron hace catorce años en A toda luz (Teatro Príncipe Gran Vía, 13.11.1992),obra también tomada del cine (Eva al desnudo, a su vez de un radioteatro), y que dirigió -a Herrera muchas veces- el querido Ángel García Moreno (ese luchador de quien no sabemos nada desde que se marchó de Madrid). Con las dos,  Carlos Álvarez-Novoa (también en la película) completa el triángulo. La producción ofrece un buen espectáculo, pleno de calor, que el público, entusiasmado, aplaudió y dedicó bravos en la noche del estreno.
Enrique Centeno

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