viernes, 14 de noviembre de 2008

Y sin embargo te quiero ****

Estas dos mujeres, la humilde criada y su señora, forman, juntas, un laberinto social en la pequeña ciudad profunda. Todo se convertirá en un círculo vital, un trayecto cuya estación las juntará finalmente. Su historia la relata esa criada, María, en la conocida Casa Grande, donde sirvió hace muchos años. Sentada sobre su maleta, como en un andén, va recordando su relación con su dueña, Ana. Teatralmente, se utiliza un flash-back que nos contará los encuentros y separaciones.
Fueron dos adolescentes en las que Ana, la “señorita” culta y poderosa, recibe a la muchacha: cada una en su sitio, pero muy pronto inician un acercamiento fuerte, hasta el cariño. La unión se rompe en este país con la llegada de la Guerra Civil: enfrentamiento brutal mirando a su alrededor para atacar o defender. El levantamiento militar provocó esas dos Españas: sumisión de la una, presión de la otra. Sus nacimientos las situaron distintas, aunque en el mismo lugar. El acoso, la violencia, la cárcel y el exilio. La obra nos muestra, de escena a escena, ese ambiente de color oculto, dos muñecas que escuchan y bailan los pasodobles, las coplas, unas letras de aquellos tiempos. El autor, Miguel Murillo, quiere que oigamos aquellas canciones. (De una de ellas que interpretaba Concha Piquer, toma el título de esta función “…y sin embargo te quiero”. Tiene un sentido muy inteligente para los dos personajes). La diversión, la seriedad y hasta el drama de la ruptura. Ya se entenderá lo que se produjo en esa Casa Grande o estación. Lo escribe muy hábilmente este autor extremeño. Y sería imposible realizarlo sin dos excelentes actrices. Ángeles Martín y Alejandra Torray. Conocemos bien sus talentos que utilizan para que el tiempo se vaya cubriendo en sus Ana y María. Pequeñas, grandes, asustadas y amargadas, llorosas entre sus abrazos finales. Estas actrices pisan fuerte las tablas, se transforman y nos entusiasman sus creaciones.
Podría haber adivinado la firma de esta obra. Miguel Murillo. Ha estrenado en Madrid varias obras. La última, hace dos años, fue Armengol, premiado Lope de Vega, muy bien puesta en escena en el Teatro Español.
Están en la mayor parte de sus obras, historias de la Guerra Civil y la posguerra en su Extremadura. Obras representadas en Madrid, como Perfumes de mimos, El pájaro de plata o El reclinatorio, editada (Pipirijaina, 1983) y premiada desde los 25 años. Son acontecimientos, ambientes y estudios de aquellos citados tiempos. No los ha vivido en Badajoz (n. en 1953), pero sin duda se los han contado, ha preguntado o investigado; con el dolor, con la memoria histórica en esta ciudad de la guerra, las traiciones y los crímenes prolongados ya terminada la lucha con cadáveres, en fosas comunes. En esta Y sin embargo te quiero, aquella Ana y María superaron el acercamiento tras su ruptura. Una crónica que nos emociona.
Enrique Centeno

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Autor: Miguel Murillo
Intérpretes: Alejandra Torray, Ángeles Martín.
Escenografía: Lourdes Murillo.
Dirección: Antonio Corencia.
Teatro: Galileo (6.11.2008)
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