domingo, 5 de septiembre de 2010

La calumnia **

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Autora: Lillian Hellman
Versión de Méndez-Leite.
Intérpretes: Fiorella Faltoyano, Cristina Higueras,
Teresa Cortés, Carolina La-pausa, César Díaz,
Amparo Alcoba, María de Puy.
Escenogfrafía y vestuario: Javier Artiñano.
Dirección: Fernando Méndez-Leite.
Teatro: Albéniz. (10.1.2006)
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La obra teatral de 1934 (Lillian Hellman, estadounidense, 1905-1980) fue trasladada después al cine con el reparto de grandes monstruos del viejo Hollywood, con su título original La hora de los niños. Y causó el éxito y algunos escándalos en aquella sociedad norteamericana en la que la autora fue continuamente defensora de la libertad y los derechos de la mujer. Todo ello por la sombra de la falsedad de dos niñas y sus mentiras ante la pareja lesbiana. Una cuestión quizá asombrosa y especialmente oculta. Hoy ya, un tema que ni siquiera podría alcanzar o impresionar ni a la calumnia ni a al lesbianismo; para nuestro público debe resultar más curioso que interesante. Su montaje, su escenografía, su estilo y el resto de este teatro es algo ya fallecido, aunque se le respete el obituario.
    La interpretación de todo el reparto es impecable, con Faltoyano, Cristina Higueras, la veterana Puy, y sorprendente la de las dos muchachitas, Teresa Cortés y Carolina Lapausa. Mentiras y cinismo en La Calumnia en un trabajo excelente -con el director, Méndez-Leite, en su primera vez que se atreve con el teatro- que constituyen lo más llamativo de esta excesivamente prolongada obra.
    Otros elementos poco valiosos son este decorado vulgar junto con la escasa dirección que se limita, como un guardia urbano, a llevar la acción por aquí o por allá, quizá también como aquel viejo teatro que en muchos lugares se mantenía. En los semáforos, nadie choca entre sí, arrancan y frenan en sus obligaciones. El motor interior de cada uno, lo engrasan las actrices como puede cada cual. Incluso en la última escena dramática no pueden evitar el atasco.
Enrique Centeno

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