Autor y director: Carlos Sarrió.
Intérpretes: Arsenio Jiménez, Antonio Sarrió,
Begoña Crespo, Carlos Sarrió, Julio C. García.
Espacio escénico y vestuario: Pablo Almeida y
Gonzalo Buznego
Teatro: El canto de la cabra. (1.6.2002)
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Premeditadamente desconcertante

Se admira el rigor, pero ello no evita objeciones a su último montaje, Trastornos. Diálogos. Lo ha escrito Carlos Sarrió, que también dirige, interpreta y diseña las luces. La obra presenta a cinco personajes (cambaleo es el nombre de las antiguas compañías que contaban, precisamente, con cinco miembros), cinco desconcertados habitantes de una sociedad más bien hostil, desconcertante, surreal. No hay un hilo conductor o argumento: estos seres se mueven entre pláticas, monólogos, reflexiones. Y cansan un poco, esa es la verdad. Dicen todo aquello que ya sabemos, que se adivina previamente antes de que terminen. Si falta un alto nivel poético y rebelde (Koltès anda por ahí, como otro fantasma inspirador) este tipo de textos caen en el peligro de aburrir. Creemos que hay mucha ambición en Cambaleo, y desde luego el rigor ya señalado. Quizá no sea suficiente.
Enrique Centeno
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