domingo, 26 de febrero de 2012

Guillermito y los niños ¡A comer! *

____________________________
Autor: Guillaume Galienne.
Versión y dirección: Julián Quintanilla.
Intérprete: de Secun de Rosa.
Teatro: Lara. (17.2.2011)
________________________________
Explotar a un gay

Le debió entusiasmar a Secun de la Rosa este monólogo de Guillermito y los niños ¡A comer!,  texto original del francés Guillaume Galienne, para exhibirse ante el público. Lo que más le gusta a el es que le miren. 
Es una similar  autobiografía del autor, sin duda con una sincera comicidad.
    En pequeños capítulos, va contando los problemas e incomprensiones sobre su elección sexual, desde el momento en el que nació. Tras sus hermanos, la Madre quiso tener una niña, y así le mantenía como tal en su desconcierto de Guillermito. Lo notaban en el colegio, le regañaban en casa por no ser igual que otras niñas, y se libró de la mili. Son numerosos episodios que De la Rosa cuenta con pausas para esperar las risas o los aplausos. La humorística protesta sobre su decisión de homosexualidad –aquí hay referencias a la transexualidad-, y que en esta representación, lo que importa es lograr blancas carcajadas en la interpretación de una mariquita. Nosotros la vimos en una función dedicada fundamentalmente a la prensa, y aseguro que produjo risas a algunos espectadores –juro que a mi lado sí había una muchacha que carcajeaba con gritos enloquecidos entre saltos sobre la butaca, y no había forma de evitar sus choques conmigo-, en definitiva, una obra que nos acerca a unos chistes ya superados.
    Intervino el actor en diversos títulos donde le importaba más su propia contemplación. Sus montajes se representaban en pequeñas salas, -especialmente en el teatro Alfil, de Madrid-, como Radio rara, Sus realismos, o El homosexual o la dificultada de expresarse; esta última la más valiosa obra de Copi (Raúl Damonte). El Lara es un teatro edificado en el siglo XIX, a la italiana, con tres plantas  recogidas y con más de 500 butacas. Se le llamaba desde el principio “La bombonera”. Con este montaje se convierte en un merengue. No sé que hace esto aquí.
Enrique Centeno 

2 comentarios:

REBE dijo...

Lo de Merengue es por la orientación sexual de personaje? parece algo homofobo el comentario. En cuanto a la obra, tuve la oportunidad de verla y recibí justo lo contrario. Humildad y honestidad en un trabajo muy difícil, una representación con un sólo actor. Tampoco me parece una buena crítica la palabra que encabeza, "mariquita", el personaje sufre por esa etiqueta que le ponen todos y doblemente porque EL NO ES HOMOSEXUAL. Creo que usted vio otra obra.Yo estoy emocionada de que un teatro como el LARA se modernice y abra su bombonera a este gran monologo. Lo siento Sr.Centeno, parece veneno propio e intuyo un resentimiento hacia este artista pero no parece una crítica ni honesta ni justa.

Enrique Centeno Puente dijo...

El merengue es la permanente dulzura en esa agria historia de Guillermito.
Mariquita –término que no encabeza- es la caricatura de un homosexual utilizado para señalar el aspecto ridículo buscando la sonrisa. Es despreciable.
Piensa en mi resentimiento hacia el actor. Le he visto numerosas veces, y en sus críticas jamás mostré más que el respeto y su elogio.
Usted se opondrá a mis opiniones siempre que lo desee. Yo no le insultaré, como usted, en “ni honesta”. Eso nunca lo había escuchado. Aun así, le respondo.
Un saludo.