Autor: Ariel Dorfman.Intérpretes: Charo López, Eusebio Lázaro, José Luis Torrijo.
Iluminación: Jose Manuel Guerra.
Vestuario: Dietlind Konold.
Escenografía y dirección: Eusebio Lázaro.
Teatro: Fernando Fernán-Gómez. (Centro de la Villa)
(9.9.2009)
________________________________________________

El dramaturgo argentino radicado en Chile, Ariel Dorfman, escribió ya una obra sobre la violencia y el aislamiento, también con tres personajes encerrados en una habitación. La muerte y la doncella era mucho más cercana, escrita apenas terminar la dictadura de Pinochet. Emocionó a todos este estreno de 1993, con un reparto magnífico, protagonizado por María José Goyanes. Lo recordamos muy bien. En El otro lado, Dorfman mezcla el humor y el drama, con un escenario igualmente realista. Es una combinación muy complicada para la interpretación. En este montaje, el humor y la amargura van saltando de una a otra escena; algo que precisa de un gran director de actores capaz de lograr, en los diálogos, la tensión y la dulce sonrisa que llega hasta sus risas. Tanto Charo López como Eusebio Lázaro –también el director- crean personajes que caen en la falsedad. El realismo les lleva a una cercana farsa, con expresiones y voces falsas en sus alturas y ritmos. No se duda de la gran calidad de los dos, pero se ha escapado la dirección. Charo López consigue, en los últimos minutos, encontrar el personaje de su Levana cuando, cara al público, hace un impresionante monólogo. El actor José Luis Torrijo está excelente, en este soldado con nombre silenciado, y al que decidieron ellos llamar Iván. Un violento final explica su verdadera personalidad y lo imposible de esa paz en la lucha independentista, con enfrentamientos por la ambición imperialista, por motivos religiosos o por política. Son los últimos momentos que consiguen dar valor a una especie de sainete dramático.Enrique Centeno
No hay comentarios:
Publicar un comentario