Autor: Joan Lluís Bozzo.
Intérpretes: Pep Cruz, Jordi Coromina,
Noël Olivé.
Vestuario: Anna Ullibarri.
Dirección: Pep Cruz.
Cía. Dagoll Dagom
Teatro: C. C. de la Villa, Teatro Fernán-Gómez.
(14.10.2009)
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La función empieza a aburrirnos enseguida y durante más de media hora. De los dos actores y de la actriz tardamos en descubrir que, efectivamente, eran buenos intérpretes. A uno de ellos -Pep Cruz- ya le conocíamos. Su monólogo es sobre un personaje que se presenta a los supuestos vecinos –el público- de un pueblito, donde anuncia la fiesta que su compañía ofrece. Intenta hacernos reír; pero un actor es un actor y un humorista –gracias, chistes, búsqueda de carcajadas- nada tiene que ver con el teatro. A veces, algunos actores lo hacen en el show de ciertos teatros, mientras no tienen otro contrato, y conviene separarlo de los actores que desarrollan su talento con interesantes historias, textos de comedia, ironías e incluso como verdaderos dramaturgos: es el caso, por ejemplo, del gran desaparecido Pepe Rubianes, actor que precisamente comenzó en la propia compañía Dagoll Dagom.
Veremos más tarde a un ingenuo vecino del lugar -lo interpreta Jordi Coromina- cuyo sueño es ser un actor: la pequeña compañía –tres, únicamente- querrá aprovechar su dinero. Le hacen creer su talento montándole –sin que él lo aprecie- una audición sobre un sketch del rústico, una burla hiriente, criticable y tópica en los malos humoristas. Nos sorprende que caiga en este tono el autor, nada menos que el director de Dagoll Dagom.
Terminando de cansarnos, la función comienza a subir –mucho se debe a la excelente actriz Noël Olivé-, con el ensayo y el supuesto estreno de Fedra. Verdadera imaginación de vestuario y versos de la obra griega, de conversaciones de diversos temas –se cita varias veces a los inexistentes actores de nuestra televisión–, una crítica que nos encantó -o un formidable monólogo de la actriz, encerrada en el viejo camerino, con un texto tan cómico como doloroso acerca de la frustración de sus giras-. Crece cada vez más, vemos el falso estreno, fracasado, y finalmente, todo convertido en un drama cómico. Toda esta parte es la única que debería tener la función.
Enrique Centeno
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