domingo, 6 de febrero de 2011

Transit **

________________________________________________
Autor: Mariano Llorente

Intérpretes: Huichi Chiu, Abdel, Benzahra, Simona Ferrar,
Esosa Omo, Ana Carolina Martins, Mónica Vieru, Andrey Yaroshenko
Dirección: Marcelo Díaz.
Teatro: Cuarta Pared. (3.2.2011)
_______________________________________________________

Qué tránsito querrán hacer estos personajes. Irán llegando, uno a uno, y ocuparán sus asientos en el banco, esperando en la estación la llegada del tren: lo sabemos por la maqueta del rail de una vía, que se encuentra en el primer término del escenario. Y tras la espera, llegará circulando una clásica y simpática locomotora. En el andén, descubren una maleta abandonada que se mueve. Sorprende con sus golpes y movimientos, de la que van sacando a un nuevo personaje que, ciertamente, nos deja asombrados. Una actriz contorsionista,  mujer de aspecto oriental, que se incorpora a los viajeros soltando un largo discurso del que no entendemos una palabra y que nos provoca un incomprensible humor. Probablemente tampoco ellos se entienden entre ellos mismos: una se expresa en alemán, otro en inglés, una en portugués -la más explicativa-, quizá algunos términos en castellano o el hombre negro en bantú. Los siete intérpretes proceden, efectivamente, de distintos países. En conversaciones, entre oposiciones e individualismos, nos hacen recordar una verdadera Torre de Babel.
    Son numerosas escenas las que se representan y que muchas veces nos despistan, y decidimos interpretarlas libremente. Relatos de tristeza en una mujer, otra que explica cómo servir la mesa, un matrimonio fracasado y otras muchas más acciones y diálogos entre los distintos idiomas. Varias veces lo relacionamos con el teatro del absurdo, como en La Cantante Calva, de Ionesco.
    Llegará el momento para el mutis general de los pasajeros, que, en fila, van hacia su Transit. Pero no es así, porque en sentido contrario regresará de nuevo el encantador tren. Tendremos otra vez a los siete buscadores de un mundo que no han encontrado. El director argentino Marcelo Díaz ha hecho inteligentemente esta visión sobre la incomunicación, con un interesante resultado. Precisamente, esta obra corresponde a la bautizada ETC (Espacio Teatro Contemporáneo)-Cuarta Pared. En esa segunda llegada de los personajes aparece una frustración, están ya perdidos, alguno hundiéndose en un cubo de  basura, sentimiento e imagen a la que ha llegado el autor, Mariano Llorente, recordando también  otra del absurdo, Fin de partida de Samuel Beckett.
    El tránsito se ha terminado sin encontrarse destino alguno. Todos aparecen convertidos en dedicaciones inútiles, como vendedores de rastrillo o comerciantes de souvenir con vulgares productos. El sueño quedará únicamente en la pintura de un pequeño cuadro que representa un soñado paraíso.
    Pero no quiere esta función terminar con la destrucción, y una joven, bajo la intensa lluvia o inundación, se protege en una tabla –es casi como un nicho- en la que lee, escribe, o contempla el hundimiento esperando sin duda que termine la precipitación, aclare el día y llegue otro tiempo.
Enrique Centeno

No hay comentarios: