miércoles, 17 de agosto de 2011

El mundo ha vivido equivocado ●

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Autor: Roberto Fontanorrosa.
Intérpretes: Eduardo David, Víctor Bidart.
Dirección: Enrique Ballestrelli.
Teatro: Príncipe Gran Vía. (24.1.2001)
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Peor imposible

Hay varias razones por las que alguien se decide a dejar a su mecánico del automóvil. Una es, porque siempre es terriblemente impuntual en la entrega del coche reparado. Otra, mucho más grave, porque no hay más remedio que aguardar en el bar de al lado del taller: un establecimiento en el que uno se ve obligado a escuchar sandeces de clientes, medio ebrios, que solo vociferan de fútbol, de mujeres, de obviedad es y estupideces que le amargan a uno la espera y que, a fuerza de gritos, le impiden hasta leer el periódico, mientras en la radio o la televisión atrona un partido de fútbol. Uno quiere irse, pero debe esperar a que el dichoso mecánico le avise, y se jura que va a buscar otro taller para lo sucesivo.
    En el teatro Príncipe Gran Vía no se siente uno obligado a nada, de modo que el crítico lo abandona la entre la estupefacción, el asombro y la irritación ante la peor cosa que imaginarse pueda. Son también dos hombres hablando ante una mesa de bar. Hablando muchísimo, diciendo bobadas, haciéndose los graciosos. Con un bla-bla-bla de incontinencia asombrosa, sin el menor apoyo dramático, actoral, escenográfico ni de ninguna otra especie. Se trata de dos actores argentinos a los que parece, como al propio autor de esta cosa, que les han puesto unas pilas alcalinas y que, además, carecen del menor pudor y respeto. Es famosa aquella crítica de Nueva York que se limitó a dos líneas: “Anoche se estrenó [tal obra], ¿por qué? Es la primera vez que sentimos que aquella sentencia se nos haya anticipado, sobre todo porque, en doble programación, se ofrece, en el mismo escenario, una excelente función y resulta completamente incomprensible averiguar las razones por las que estos dos presuntos actores se dedican a aburrirnos con un presunto texto cómico. El crítico fue invitado para cumplir con su trabajo. De otro modo, hubiera acudido inmediatamente, a cualquier organización de consumidores y usuarios a presentar la correspondiente reclamación.
Enrique Centeno




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